Acercando los Sistemas de Información Geográfica al territorio: Curso Herramientas Básicas para la Gestión de Información Geográfica

El cálculo de la demanda hídrica en una región se refiere al proceso de determinar cuánta agua es necesaria para satisfacer las diversas actividades y necesidades de la población, agricultura, industria y otros usos en esa área específica, fundamental para la gestión adecuada de los recursos hídricos y la planificación del desarrollo sostenible de un territorio.

En el Programa, este cálculo se centra en la actividad agrícola y contempla la identificación de las áreas de riego a partir de información generada por CIREN, entre las cuales están: la red de canales de riego y el uso actual del suelo, donde se determina la demanda actual o tasa de riego para cada cultivo, usando ecuaciones de requerimientos de agua por cultivo, según la evapotranspiración potencial, coeficientes de cultivos, precipitaciones efectivas y un balance hídrico a nivel de suelo, considerando los parámetros de suelo que influyen en la retención de agua.

Mediante la metodología de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y el análisis de un conjunto de variables climáticas se determina la Evapotranspiración potencial (ETp), es decir, la cantidad máxima de agua que podría evaporarse de la superficie del suelo y transpirarse de las plantas, si estuviera disponible.

Después, consideramos el suelo como un reservorio de agua, y mediante un estudio de balance de flujos de entradas y salidas de agua (figura 1) en éste; se determina la Evapotranspiración de cultivo (ETc) en las zonas de riego. Estos valores de ETc corresponden a los valores de las necesidades de agua del cultivo, cantidad de agua que debe estar disponible para el consumo de las plantas.

El cálculo de la demanda hídrica en una región se refiere al proceso de determinar cuánta agua es necesaria para satisfacer las diversas actividades y necesidades de la población, agricultura, industria y otros usos en esa área específica, fundamental para la gestión adecuada de los recursos hídricos y la planificación del desarrollo sostenible de un territorio.

En el Programa, este cálculo se centra en la actividad agrícola y contempla la identificación de las áreas de riego a partir de información generada por CIREN, entre las cuales están: la red de canales de riego y el uso actual del suelo, donde se determina la demanda actual o tasa de riego para cada cultivo, usando ecuaciones de requerimientos de agua por cultivo, según la evapotranspiración potencial, coeficientes de cultivos, precipitaciones efectivas y un balance hídrico a nivel de suelo, considerando los parámetros de suelo que influyen en la retención de agua.

Mediante la metodología de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y el análisis de un conjunto de variables climáticas se determina la Evapotranspiración potencial (ETp), es decir, la cantidad máxima de agua que podría evaporarse de la superficie del suelo y transpirarse de las plantas, si estuviera disponible.

Después, consideramos el suelo como un reservorio de agua, y mediante un estudio de balance de flujos de entradas y salidas de agua (figura 1) en éste; se determina la Evapotranspiración de cultivo (ETc) en las zonas de riego. Estos valores de ETc corresponden a los valores de las necesidades de agua del cultivo, cantidad de agua que debe estar disponible para el consumo de las plantas.

Esta información permitirá obtener la demanda de agua de riego, es decir, cuánta agua necesitan los cultivos y plantaciones de la Región de Valparaíso para desarrollarse, lo que facilitará que tomadores de decisiones, autoridades, regantes y agricultores, puedan planificar y administrar este recurso, clave para el desarrollo productivo.